Crisis creativa

Ojalá pudiera disfrutar de la vida como con la poesía,
lamentablemente no es tan simple,
me refiero a esa sensación de comprender lo indescriptible,
a tocar con los ojos, a amar desesperadamente,
a extasiarse con cada palabra
espacio
………. punto
……………….. y coma.

Es ese escalofrío que recorre la espalda
luego de hacer un jardín sobre las tumbas,
es aprovechar el sin sentido y construir coherencia
con una absurda tendencia a poetizar todo sufrimiento,
es dejar volar el pensamiento que se amasa entre las yemas de los dedos
para lograr ser más consciente del abismo
y volver al pasado a asesinar la Sombra.

Pero qué pasa si ya no hay más interés excepto por las letras
y no hay nada más que una crisis creativa,
es una sensación terrible de no existencia,
cuando más hace falta un dolor que no duela
¡se me ha atrofiado esta mente traicionera!

No queda más remedio que aislarse para siempre en silencio,
viviendo un día a la vez,
para abrirse la herida, desgarrarse por completo,
volverse a coser y admirar la cicatriz.

Es eso lo que se experimenta al intentar anularse en el lenguaje
para descansar de la idea intrusiva de perecer.

Ilustrador: Miho Hirano

* Noviembre 2017